lunes, 22 de diciembre de 2008

Cosas que pasan en los Colegios Profesionales (menos en el nuestro)

En los Colegios Profesionales, al igual que en otras organizaciones comunales, para alcanzar los objetivos legales deseados existen órganos de gobierno, de carácter colectivo y personal.
Ocurre con frecuencia, así somos, y con mayor o menor intensidad, que en la cúspide de decisión de un colegio cualquiera, menos en el nuestro, se sitúa poco a poco o desde el principio, como cosa normal y por su propio impulso, el decano correspondiente, desatendiendo que el verdadero poder se ubica en los propios colegiados a través de la Junta General, y que por debajo de ésta y por encima del decano de turno está la Junta de Gobierno como órgano cercano de decisión. No es nuevo este fenómeno: ocurre con los gobiernos democráticos respecto a los electores, y hasta con las comunidades de vecinos.
Mediante esta elevación ilegal de poderes del decano al uso, los demás componentes de las juntas de gobierno se asemejan a empleados sin sueldo o con él, más bien innecesarios y siempre molestos, del propio decano que decide y ordena por su cuenta sobre lo divino, lo humano y lo irracional de los asuntos del colegio de que se trate, como si se tratara de una empresa propia que le hubiera costado litros de sudores el crearla, proyectando sobre el funcionamiento del colectivo su propia personalidad, por supuesto antidemocrática e ilegal, y siempre en su propio beneficio.
Ante esta situación, como digo bastante usual, los vocales de esta manera “gobernados” acostumbran a tomar tres posiciones distintas, según su discreción para unos, o sus intereses para otros.
Los primeros “pasan de todo”, asisten a las reuniones de vez en cuando y opinan poco: no quieren líos, ni vislumbran beneficio personal en el arriesgado oficio de “junteros” y si algo les cae pues bienvenido sea. Mal asunto este para los colegiados de a pie porque se amputa por esta vía su participación en un organismo que, repito, les pertenece completamente.
Los de la segunda especie se pliegan al falso y usurpado poder del decano, y se procuran con extremada aplicación alguna que otra prebenda y distinción (siempre menos que las de su “jefe”, por supuesto) con la única moneda que poseen: el apoyo incondicional y la pelota más o menos descarada al que manda. Son “los padres de la patria” y el núcleo dentro del colectivo. Siempre existen. Una de sus principales características es la defensa encarnizada, y no menos ensangrentada, de las dichas prebendas y momios, encarnadas como hombre en su protector y benefactor: el decano. Esta defensa, a veces malhumorada y siempre mendaz, incluye como ingrediente casi único el ávido ataque a la siguiente clase de vocales de la junta que intentaré describir, lo que les proporciona una mayor seguridad dentro de la defensa de su propio interés personal. Como personas constituyen el suelo de la dignidad humana, pero ello no les impide el triunfo la mayor parte de las veces. Por supuesto que, ante razones de tanto peso como las que he expuesto, los intereses de los colegiados les importan un pito, si acaso...
Por último, y siempre en minoría, pero existiendo casi siempre, se encuentran los a veces llamados “disidentes”. Unas veces con razón y otras sin ella, luchan a la desesperada contra el estatus descrito. Exigen el reparto de poder establecido por las leyes, cuentas superclaras para los dineros manejados, definición de objetivos y pautas de funcionamiento y participación en los asuntos del colegio. Son “la oposición” y las más de las veces tienen un negro futuro dentro de la organización, siendo aniquilados y, sobre todo, apartados y ninguneados por los anteriores. En contadas ocasiones, sin embargo, salen triunfantes y consiguen erradicar al decano correspondiente cuyos adláteres quedan descabezados y huérfanos de actitud, en la negra e incómoda tesitura de buscarse las habichuelas con el nuevo decano, si se deja.
Si se deja....
He aquí la cuestión, porque ¿qué características ha de tener el nuevo prohombre que le hagan merecedor de la confianza y el apoyo de los bien llamados disidentes, y la impermeabilidad a las tácticas, malévolas tácticas, de los padres de la patria aludidos, en minúsculas? En mi opinión son estas:
1.- Talento y juicio: para poder entender la situación y respetar el funcionamiento legal de la institución, para sobrellevar el peloteo del segundo grupo, canalizar al tercero y descartar al primero.
2.- Valentía: para poner en práctica lo que su razón le marca.
3.- Honradez: para que su juicio sea el correcto.
Si falta una cualquiera de las condiciones anteriores, los bien llamados disidentes habrán perdido el tiempo, frecuentemente el dinero, y sobre todo los esfuerzos realizados, porque habrán conseguido el cambio de un mangoneo por otro equivalente o incluso peor. En este caso, seguramente tirarán la toalla y abandonarán el colegio de que se trate asqueados y desmoralizados, o....

2 comentarios:

  1. Hola Tante,

    Me alegro describas tan bien la situación de los Colegios Profesionales. Dices que de otros distintos del COIMCE, supongo que eso es parte de la sátira.

    Bueno yo me considero del grupo de vocales 3 como tú. Los 1 y los 2 no merecen ser vocales ni de Colegios, ni de nada (empresas, política, etc.).

    El problema que yo considero existe en España es que hay mucha tolerancia, no se persigue ni se condena la corrupción suficientemente, y por ello entonces se fomenta. Es decir, si el corrupto sabe que al final no le va a pasar nada porque todo se va a perder en un mar de burocracia o se va a permitir pasar página una tras otra...entónces basándose en su escasa moralidad y ética prosigue en su corrupción cada vez a mayores cotas.

    España necesita que la gente participe, que se persiga hasta el final a los corruptos y que se informe y haya transparencia. Sólo una buena y real democracia es el camino hacia el crecimiento económico, el pleno empleo y la mejora social. España debe fijarse en países donde la transparencia, la democracia y la persecución real y efectiva de los corruptos es una realidad: Reino Unido, los países nórdicos, etc.

    Saludos de tu amigo,

    César Ayllón

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  2. Si: cualquiera que haya estdo en un Colegio identifica esos tres grupos,: fulano es grupo 1, mengano y zutano del 2 y perengano del 3
    Que gran verdad

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